sábado, 27 de octubre de 2007, 10:26 p. m.
¿Enseñanza media o a medias?

El sistema educacional chileno es complejo y variado, y en la práctica está orientado y diseñado para diferentes tipos de personas. Existe la posibilidad de elegir según el nivel socioeconómico (de ahí la creación de instituciones municipales, particulares subvencionadas y particulares por completo) y según los intereses de los padres y alumnos (colegios científico-humanista, experimentales, artísticos o técnicos profesionales). Crear este tipo de establecimientos orientados a ciertas personas de acuerdo al poder adquisitivo (nivel socioeconómico) del que gozan generó un problema que tal vez jamás se contempló: la fuerte diferencia en la calidad de la educación según el tipo de establecimiento.

El gobierno durante la última década se ha preocupado por esta gran diferencia, la que hace, como consecuencia de los resultados obtenidos por los alumnos, crecer la idea de que la calidad de la educación es directamente proporcional al dinero que se invierte en ella. Con respecto a esto, los avances que ha tenido la educación en Chile sin duda que han sido significativos, la inversión, en relación a las sumas de dinero y tiempo de programación, han sido producto de una preocupación por mejorar los procesos para así obtener mejores resultados de los estudiantes de todos los niveles, básica, media, superior y mucho más aún para los colegios técnico profesionales. Es así como surgen diferentes proyectos: MECESUP, Reforma Curricular, Jornada Escolar Completa, Enlaces, Chile Califica, etc., todos ellos con el único fin de mejorar la educación chilena bajo el imperio de la L.O.C.E., cuestionada durante el último tiempo tanto por docentes, como por alumnos en la llamada “Revolución pingüina”. No se puede negar ni restar meritos a quienes en su momento han estado a cargo de dirigir estos distintos programas pues el objetivo fundamental de estos ha sido una mejora en la educación y equidad en relación a la calidad y las oportunidades de estudios, sin embargo han cometido un error sistemático al capacitar a los docentes cuando los proyectos ya se han echado a andar en lugar de hacerlo antes, aún así, en el último tiempo dichos proyectos han generado sus frutos, puesto que muchos más jóvenes han ingresado a la educación superior, pero es aquí donde la dudas surgen inevitablemente. Si bien más de 600.000 jóvenes se encuentran hoy en la universidad, ¿cuántos de ellos al salir de la universidad encontrarán trabajo en lo que estudiaron durante años? Se sabe que la educación no debería tener por finalidad el lucro pero la creación de tanta universidad privada, inevitablemente satura el mercado debido a que si en ellas ingresa un determinado número de estudiantes ellos egresan prácticamente en su totalidad al mercado laboral existente en esta sociedad, pues la calidad de la enseñanza en estas instituciones es conocida como su gran debilidad, y para que recordar las conocidas carreras express, donde profesores de enseñanza básica se forman durante los días sábados, en comparación a un alumno de universidad tradicional que asiste a ella durante 5 días a la semana en un lapso no inferior a 5 años también. Con este panorama, son las universidades estatales las que están llamadas a garantizar a todos los estudiantes del país un acceso a la educación superior sin importar el status socioeconómico, religioso o político, sino sólo considerando el mérito y el interés al estudio, todo esto tiene que ser logrado mediante la equidad como base del ingreso a la educación superior, equidad que debe ser garantizada mediante las universidades estatales. A su vez las universidades estatales deben responder a los intereses nacionales, regionales o temáticos que el estado les asigne en función de la calidad, ubicación geográfica o intereses estratégicos de desarrollo nacional.

Como dijo un antiguo presidente “Crecer con igualdad”, ¿realmente esto se logró? ¿O la clase media y los más pobres seguimos esperando?, quisiera plantear el siguiente pensamiento “Estamos hablando de ascenso social o pobres con título”, quisiera no pensar que esto es realidad que a la hora de salir a la sociedad me encuentre frente a las mismas oportunidades que cualquier persona y no necesitar de “pitutos” para poder desempeñarme en mi profesión.

Con respecto a todos los intentos por aumentar la calidad de la educación, lo único que falta es una constante supervisión o fiscalización de parte del ministerio, partiendo por el hecho de que necesariamente el ministro debe ser un pedagogo con experiencia, y con una visión clara de lo que en realidad ocurre en las aulas chilenas, esto para saber si se están haciendo bien o no las cosas. Un ejemplo claro lo demuestran los colegios técnico profesionales, en donde se han sugerido proyectos para empresas en el tema del perfeccionamiento de sus trabajadores utilizando estos espacios, los que una vez terminada la jornada escolar estarían a su disposición, esto serviría de gran apoyo para las familias y para el colegio de igual forma, mantener buenos profesores de especialidad dentro del establecimiento, pagarles bien, con el único fin de educar gente capaz de realizar el trabajo asignado al momento de salir a trabajar. Que las empresas los contraten porque son capaces y tienen las habilidades suficientes. Dentro de esto también se deben revisar constantemente las prácticas pedagógicas y contenidos de un colegio científico humanista, pues la misión fundamental de ellos es que sus alumnos ingresen a la educación superior, y si bien esto no es exclusiva responsabilidad del colegio el mayor aporte sin duda lo hace esta institución.

Aún hay mucho por hacer, los programas creados han dado resultados en algunos casos, por ejemplo, el aumento de profesionales que se van al exterior para perfeccionarse, la gran mayoría a través de becas que otorga el gobierno, las oportunidades aunque todavía mínimas existen, es cosa de aprovecharlas. Queda todavía un largo camino por recorrer, observemos a quienes enseñaremos y tratemos de incentivar en ellos una competencia consigo mismos que desafíen sus propias capacidades, que piensen y no se dejen engañar por palabras bonitas, llevemos la teoría a la realidad.

Tal como el mundo usa el término, un individuo es capaz de tener “buen” o “mal” juicio, y su educación tiene como objeto reforzar el primero y minimizar el segundo.

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posteado por Carolina
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